Su mirada de dolor y su cuerpecito herido no han impedido que Blanquito siga luchando por su vida. Este perrito viejito, de apenas 8 kilos, fue rescatado tras estar varios días agonizando en la calle, en el sector norte de Antofagasta, luego de ser atacado por otros perros y atropellado dos veces ante la indiferencia de la gente.
“Lloraba y gritaba, y a la vez se mantenía en silencio, como casi muriendo“, relató angustiada su rescatista, quien logró encontrar una clínica veterinaria que lo recibiera para dejarlo hospitalizado, pese a la complejidad del caso.
Gracias a la agrupación @dog.cafecito, Blanquito llegó al Centro Veterinario Integral, ubicado en el sector de la Avenida Brasil, donde se le realizaron exámenes de sangre que arrojaron un delicado diagnóstico: anemia severa por garrapatas, problemas renales, hepáticos y un estado general muy comprometido. Debido a esto, ya se le practicó una transfusión de sangre para intentar estabilizarlo.
Actualmente, este peludo viejito recibe morfina para el dolor, abrigo, cuidados constantes y alimento húmedo, aunque aún come muy poco, pero no se rinde.
Según indicaron desde la agrupación, desde el centro veterinario informaron que se le darán unos días para observar si su cuerpo logra responder. De no ser así, deberán considerar una eutanasia compasiva para evitarle más sufrimiento.
A pesar de todo, Blanquito no se rinde. “Él está luchando por su vida y todos estamos acá atrás de él esperándolo salir caminando con sus 4 patitas”, anhelan de corazón desde Dog Cafecito, esperando que este pequeño pueda repuntar y tener una segunda oportunidad de conocer el amor.
Apoyo
Si deseas ayudar con los costosos gastos veterinarios y darle una esperanza a este peludo guerrero, puedes hacer tu aporte a la siguiente cuenta:
- Helary Fuentes
- RUT: 20.838.317-5
- Banco Estado / Cuenta RUT
Puedes seguir cada avance del caso en la cuenta oficial de la agrupación:
Cualquier granito de arena suma. Blanquito no tiene voz, pero tiene el amor y la esperanza de quienes creen que aún merece ser feliz. ¡Una patita en el corazón!