Hace ocho días atrás un dantesco incendio afectó al refugio levantado con esfuerzo y amor por la fundación “Adopta un callejero Calama”, donde 31 perritos perdieron la vida, dejando un espacio consumido por el fuego y un vacío en el alma de cada persona que fue parte de este desafío de intentar darles una mejor vida a tantos animalitos.
Solo 12 canes alcanzaron a ser rescatados de las llamas aquel 20 de julio, algunos, con graves heridas que los han mantenido luchando por su vida en la veterinaria Canfel, donde están hospitalizados. Sin embargo, en las últimas horas dos de las perritas rescatadas partieron de este mundo para reunirse con sus hermanitos perrunos.
Hasta siempre Perla y Cascada
En horas de la tarde del día sábado, cerca de las 19:30 horas, la fundación recibió un duro golpe mientras visitaban a sus protegidos en la clínica veterinaria: El corazón y colita de Cascada se detuvieron.
“Vuela alto mi viejita Cascada (…) Estábamos esperando para verlas y en ese momento sufrió un paro en la que no salió. Sentimientos encontrados, ya que estaba mejorando“, señalaron desde la agrupación.
Con tan dolorosa pérdida, durante la madrugada de este domingo avisaron que Perlita se unió a Cascada en este viaje.
“Perla fue a reunirse junto con Cascada a los 31 y entre esos su hermano Trueno. Ahora suman 33 ángeles que callaron sus ladridos“, publicaron.
CONTINÚA LA LUCHA
Por los pequeños que ya no están, la fundación continúa trabajando para levantar el refugio que alguna vez tuvo a tantas colitas revoloteando por el lugar. Perritos agradecidos que sólo buscaban otra oportunidad y que, gracias a tantas personas que fueron parte de este desafío, conocieron el cariño y el amor.
Todo aporte voluntario es un paso más para reconstruir el lugar, puedes donar a la siguiente cuenta:

Actividades
También, se están reuniendo fondos a través de distintas actividades y campañas que puedes seguir a través de las páginas oficiales de la agrupación, en su Facebook: “Adopta un Callejero Calama” y su Instagram: “@adoptauncallejerocalama”.
Voluntarios
Además, se necesitan muchas manos para cumplir la misión de reconstruir del lugar, esta vez buscando mayor seguridad para los peluditos.