Mediante un comunicado publicado en redes sociales, la profesora de enseñanza básica explicó la complicada situación en la que se ve involucrada, pues afirmó que ha recibido amenazas de muerte por parte de una de las estudiantes de la Escuela José Papic, además de haber recibido agresiones físicas por parte del apoderado de la menor, quien rompió el celular de la educadora cuando fue a amenazarla a la salida del colegio.
Según el escrito, la directiva del establecimiento ha derivado a la familia acusada de agresión a un programa del gobierno, sin embargo, la violencia no ha cesado.
El caso
Katherine Yoma es una docente de enseñanza básica en la Escuela D-68 José Papic, quien además de ejercer como profesora jefe para un curso de 8vo básico, da clases de inglés y realiza talleres de reforzamiento en matemáticas y lenguaje. En este contexto, la profesora ha vivido lamentables y preocupantes incidentes con una de sus estudiantes. De acuerdo a lo informado por la educadora, ya existen antecedentes de denuncias contra esta estudiante, se le ha realizado entrevistas a la madre de la menor y la familia fue derivada a un programa del gobierno. No obstante, la violencia no ha cesado.
El pasado 24 de mayo, mientras Katherine realizaba sus clases con normalidad, encontró una nota en el cuaderno de la estudiante el cual llevaba un mensaje que hacía referencia al nombre de la profesora, con el escrito “te voy a matar”. Si bien se dio aviso al director de la escuela de lo sucedido, la docente se vio obligada a continuar la clase.
A pesar de lo acontecido y de la denuncia que realizó Katherine que resultó en dos días de reposo médico, la adolescente no fue retirada de la escuela incluso después de haber sido suspendida por algunos días. “Asistía también cuando iba a retirar a su hermano más pequeño. Aún cuando las amenazas de muerte son una falta gravísima según nuestro manual de convivencia escolar, en lugar de sentir protección, me sentí sola”, recalcó.
Este patrón de amenazas se repitió por un par de veces, lo que significó que la profesora necesitara de reposo médico de por lo menos dos semanas. Sin embargo,cuando retomó sus labores educacionales, percibió la presencia de la menor junto a su padre en los pasillos del colegio, situación permitida por una de las inspectoras del colegio, que conforme a lo dictado por Katherine, es abuela de la estudiante acusada por agresión. “Incluso durante una tarde se atrevieron a bloquear mi camino mientras iba a entregar a mi curso y tuve que cambiar el rumbo en el que íbamos. Le informé de esto al director pero nuevamente no hubo ninguna sanción”, reclamó.
Pese a que el calibre de las amenazas es sorprendente, lo que provocó a la profesora entrar en estados de crisis y shock fue la aparición del apoderado de la menor a las afueras del establecimiento, que se acercó a ella mientras hacía entrega de los alumnos a sus padres. “Comenzó a decirme, ahora me las vas a pagar, eres una mierda de profesora, devuelve la plata que te robaste ladrona de mierda, por tu culpa mi hija no está en la escuela”, recordó Katherine, que además y por si fuera poco, recibió agresiones físicas por parte de esta persona.
El apoderado, no satisfecho con los insultos que emitió, agarró a la docente de la mano para quitarle su celular y con “alevosía” reventó el aparato contra el piso. Ante este hecho, la inspectora que se encontraba en el lugar, sólo recogió el teléfono diciendo, “no hijo, así no”. Asimismo, Yoma insistió que la funcionaria del colegio durante este suceso, sólo instó a dirigirse a Katherine de manera agresiva para pedirle que no se acercara al apoderado, cuando ella solamente quería realizar su trabajo de docente con tranquilidad y como corresponde.
Tras esto y después de llamar a Carabineros, pues el llamado no se había efectuado por parte de inspectoría, la educadora fue contenida por el equipo psicosocial de la escuela, debido al estado de shock en el que se encontraba. El director se acercó a Katherine, justificándose que “él no pensó que algo así iba a pasar”, lo que indignó a la profesora. “La ingenuidad del director me parece conveniente para sus amistades que se relacionan con la familia de la agresora, pero no para mí porque en ese momento mi celular, dignidad y salud mental estaban destruidas”, sentenció.
En la actualidad, Katherine no ha vuelto a la escuela por sanidad mental. También indicó que aunque haya presentado evidencia y certificados médicos que respaldan su caso a la Corporación Municipal de Desarrollo Social (CMDS), no han querido aceptar una audiencia con ella por encontrarse con licencia médica.
Finalmente, la docente solicitó un cambio de establecimiento educacional y enfatizó en que está dispuesta a colaborar para que se de una resolución justa y favorable de su caso y que para que de igual forma se pueda intervenir al curso en el que ella desempeña el rol de profesora jefe, ya que “son excelentes adolescentes”.