En el último tiempo, lugares como La Rinconada, Roca Roja y Avenida Pérez Zujovic, han servido como cementerios de mascotas, donde personas entierran a quienes formaron parte de su vida y que por distintas causas, ya no están con ellos.
Una de las grandes demandas por parte de la ciudadanía, asociaciones animalistas y ONG, son la falta de espacios legales disponibles para el entierro de mascotas. Por lo que se han generado distintos puntos alrededor de la comuna de manera clandestina, provocando en reiteradas ocasiones condiciones de riesgo de insalubridad.
En ese sentido Karina Guzmán, concejala de Antofagasta, junto a distintas agrupaciones animalistas, han tratado de gestionar reuniones con Seremi de Bienes Nacionales, donde menciona que “sabemos que necesitamos regularizar este tema de manera urgente y necesitamos contar con un terreno que se le pueda dar a la municipalidad y poder contar con todos los permisos requeridos”.
Además, agrega que “no es una situación rápida sino más bien estará contemplada por etapas (…) a esto le sumamos que hemos tratado de levantar igualmente un crematorio en una de las dependencias del PET municipal, pero es una situación que se debe mirar a largo plazo”.
Por otra parte, los profesionales de la Seremi de Salud, durante las fiscalizaciones del año recién pasado, indicaban que, si bien esta situación no implica un riesgo sanitario inminente para la población, en algunas ocasiones podría afectar si se observan osamentas en la superficie de los terrenos y en lugares con flujo de personas.
En definitiva, no solo es necesario contar con un lugar apto para dar un entierro pertinente a las mascotas y alivianar de mejor manera el duelo de las familias, sino que también, pueda brindar un espacio que evitará que sus cuerpos vayan a parar a basurales, quebradas de cerros, u otras zonas inadecuadas que puedan afectar el ecosistema de la ciudad.