Durante este miércoles se vivió la primera jornada de la segunda cuarentena en Antofagasta, decretada por las autoridades frente a la situación de alta ocupación de camas críticas y fuerte aumento de casos por Covid-19 en la región, que es una de las más afectadas en el país.
Durante la jornada se confirmaron 230 casos nuevos y 13 fallecidos que elevan la estadística oficial de decesos a 113, si bien el informe epidemiológico del pasado fin de semana ya elevaba la cifra a 189.
Al interior de la ciudad fue posible observar un ejemplar comportamiento de los ciudadanos, registrándose un un bajo flujo de vehículos y personas en el centro de la ciudad, junto con un reducido número de locales comerciales abiertos, dando cuenta que aún sin suficientes políticas sociales que permitan a quienes no tienen ingresos suficientes quedarse en casa, los vecinos de todos modos realizan sacrificios para permanecer en sus hogares.

La Seremi de Salud, Rossana Díaz, recalcó que en los siguientes días se dará un mayor énfasis en las fiscalizaciones. Además la autoridad sanitaria informó que en la jornada se encontraron casos aislados de algunos adultos mayores sin permiso en las calles céntricas, por lo que hizo un llamado a cuidar y ayudar a los adultos mayores, no dejarlos solos y no permitir que salgan de las casas, puesto que si llegan a contagiarse, la probabilidad de fallecer es alta.

Durante la jornada además se produjo el traslado de 3 pacientes críticos a otras regiones del país desde el Hospital de Calama, como una forma de ayudar a descongestionar el estresado sistema de salud en la región.
CAOS EN ACCESO SUR Y AEROPUERTOS
La situación sin embargo fue caótica en los accesos de la ciudad. Lo anterior, porque la cuarentena en Antofagasta, Calama, Tocopilla y Mejillones tiene una “letra chica”: Aplica solo en el radio urbano, excluyendo a las faenas mineras y empresas fuera de la ciudad, por lo cual miles de trabajadores fueron obligados a salir de sus casas y acudir a sus lugares de trabajo, muchos de ellos entrando y saliendo de la región desde otros puntos del país.
Producto de esta situación, se produjeron kilométricos atochamientos en los accesos de la ciudad, una situación que el General José Aguirre, Jefe de la Defensa Nacional de la Fuerza Aérea, atribuyó a que se instalaron dos puntos de control y se le había pedido a las empresas espaciar el horario de ingreso de los trabajadores, pidiendo a quienes estuvieron horas varados en esos atascos a “tener paciencia”.
No obstante, este medio recibió información de que en un momento del día se permitió a buses pasar directamente de estos controles a los turnos, para disminuir la congestión y que se respetara el horario laboral.
Situaciones similares se registraron en los terminales aéreos, donde se congregaron gran cantidad de personas que llegan a la región en vuelos desde otros puntos del país, también a cumplir sus obligaciones labores en los turnos mineros.

Lo anterior, porque no se han dispuesto medidas efectivas que permitan reducir en los hechos la cantidad de personas que entran y salen de la zona para desarrollar sus labores en la minería y otras empresas vinculadas, que ya registran más de 800 contagios, mientras desde las empresas insisten en que aplican estrictos protocolos de limpieza entre otros, además de realizar algunas donaciones.

De esta forma se repite lo acontecido durante la anterior cuarentena, cuando también las autoridades regionales encabezadas por el Intendente Edgar Blanco, indicaron que para el Gobierno, debido el aporte que realizan estas empresas a la economía del país, se permitiría su funcionamiento, aún sin ser servicios críticos o esenciales, registrándose también caóticas escenas en los accesos de las ciudades.
No obstante, tras el aumento de contagios que se produjo en la zona, esta misma autoridad salió a culpar a los propios ciudadanos de la región, que entonces como ahora, mayoritariamente muestran su preocupación e interés por cumplir su parte para derrotar al virus, pero si la voluntad ciudadana no se ve acompañadas por medidas que permitan a todos permanecer en sus hogares, podría mantenerse el negro escenario actual, tal como advierten hasta el cansancio desde el mes de marzo dirigentes sociales y la comunidad médica y científica.