No es un misterio que tras las celebraciones de año nuevo, los lugares de reunión masiva quedan repletos de basura, sin embargo, parece que la falta de cultura y de sentido del bien común en Antofagasta pasó los límites.
Tras los primeros días del 2018 aún es posible ver desperdicios en las playas de la ciudad, con la particularidad de que se encuentran en el mar, situación que claramente dificulta la labor de los recolectores de basura.
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