Una escena digna de la película “Rápido y Furioso” se desarrolló en Calama, cuando un conductor decidió manejar su vehículo en estado de ebriedad.
El calameño se movió irregularmente por calle Federico Errázuriz hasta que chocó frontalmente contra un poste de alumbrado público, lo que provocó que un transformador cayera sobre la parte de adelante del auto.
En forma milagrosa, el conductor solo resultó con heridas leves, en donde también se salvó de morir electrocutado o aplastado por el pesado aparato eléctrico.
