Trabajadores descartaron que sus sueldos a nivel local sean más altos que el promedio nacional, como había asegurado la alcaldesa Karen Rojo, anunciando que se suman a las movilizaciones paralizando la recolección y bloqueando la entrada al vertedero de La Chimba.
El Sindicato de Recolectores de Basura de Antofagasta, decidió sumarse al paro nacional del sector a contar de este miércoles, solidarizando con las demandas de mejoras salariales y las condiciones de trabajo.
Luego de una asamblea general, más del 50% de los trabajadores optó democráticamente por sumarse a la movilización, contradiciendo de esta forma las aseveraciones de la alcaldesa Karen Rojo, quien aseguró que en Antofagasta no habría movilizaciones.
La edil había asegurado que en la ciudad los sueldos eran más altos que el promedio nacional, hecho que fue totalmente desmentido por el Sindicato de Trabajadores de la empresa Demarco, que acusó las precarias condiciones laborales y de seguridad que sufren los trabajadores, sometidos además a un régimen de subcontratación.
De esta forma, la entrada al vertedero será bloqueada para que no puedan ingresar los camiones recolectores, al igual como sucede en otras ciudades del país, develando que los trabajadores no se sienten amedrentados ante las amenazas de autoridades de gobierno, de utilizar la fuerza pública por intermedio de los alcaldes oficialistas.
Sin acuerdo
En tanto a nivel nacional, sin acuerdo y con los dirigentes de la Federación Nacional de Sindicatos de Empresas de Aseo, Ornato, Jardines y Rellenos Sanitarios de Chile saliendo del edificio del Ministerio del Trabajo, concluyó un nuevo intento por termina con el paro indefinido que se inició a las cero horas de este lunes.
Recordemos que este lunes quedó casi listo un acuerdo entre las partes, para aumentar los salarios, cancelar las horas extra y elaborar un estatuto que unifique las condiciones laborales de los recolectores del país, para nivelar, hacia arriba, las remuneraciones de los empleados particulares y municipales.
Sin embargo, nada de esto se concretó, debido a un cambio de postura del ministro Juan Carlos Jobet, a quien los trabajadores acusaron de “no tener piso político en el Gobierno”.
Armando Soto, presidente de la Federación, señaló, muy molesto, que “el Ejecutivo cambió las reglas del juego” y que la solución del conflicto pasa únicamente por un tema de recursos.
“Los municipios le han dicho a todo el mundo que no tienen plata, las empresas le han dicho a todo el mundo que ellos tienen amarrados sus contratos en base a un presupuesto, entonces ¿de dónde van a salir las lucas? El Estado tiene que ponerlas, como las puso con el Transantiago o las AFP. Esta es una situación de riesgo en la que está involucrada la sociedad y la opinión pública, por lo tanto el gobierno tiene que tomar cartas en el asunto y tomar la decisión de que la única manera de solucionarlo es dando plata”, exigió.
El dirigente advirtió que las movilizaciones se radicalizarán y que las formas de protestar pueden ser diversas.