La Seremi de Salud de Antofagasta, Jessica Bravo, se refirió oficialmente al sacrificio de cuatro perros realizado este fin de semana en San Pedro de Atacama, tras el ataque recibido por una turista brasileña.
La autoridad sanitaria aclaró que a diferencia de lo informado inicialmente desde el municipio local, donde se indicaba que se había identificado a los domicilios de los perros involucrados en el ataque, en realidad los canes específicos asociados al ataque a la turista no han sido encontrados.
Asimismo confirmaron que la eutanasia de cuatro canes, que se llevó a cabo al día siguiente del ataque sufrido por la turista brasileña, no está relacionada con ese hecho.
De acuerdo a la autoridad, estos perros, con un historial previo de comportamiento agresivo y dueños identificados, fueron sacrificados como parte de un procedimiento estándar para enviar muestras al Instituto de Salud Pública (ISP), bajo sospecha de rabia.
“La referida acción –que implicó el sacrificio de cuatro canes- no está relacionada al último episodio de mordedura a la ciudadana brasileña. Se trataba de animales con un reconocido historial anterior de comportamiento agresivo, que tenían un dueño identificado quien estuvo de acuerdo con el procedimiento para enviar las muestras al Instituto de Salud Pública (ISP) ya que eran sospechosos de rabia“, indicó la autoridad.
La Seremi aclaró además que no posee facultades legales para realizar sacrificios de canes asociados a animales abandonados o sin propietario. Sus acciones se limitan exclusivamente a perros sospechosos de rabia.
AUSENCIA DE MULTAS A DUEÑOS
Asimismo, la Autoridad Sanitaria aclaró que no tiene la facultad de imponer multas o sanciones a dueños de perros en casos de incidentes por mordeduras.
Por su parte, el Municipio de San Pedro de Atacama aclaró que a los dueños de los cuatro canes sacrificados en la comuna “No se les multó, ya que prefirieron la eutanasia”.
Además, en paralelo el municipio local presentó ante la Corte de Apelaciones de Antofagasta un recurso pidiendo a la justicia que se lleve a cabo la eutanasia de 4.500 perros sin dueños o abandonados.
Al respecto, la autoridad sanitaria recalco que no forma parte de sus atribuciones realizar el sacrificio de perros abandonados, restringiéndose su actuar sólo y exclusivamente a los casos sospechosos de tener rabia.
En cuanto a la seguridad en la vía pública para evitar ataques caninos y abandono de animales, de acuerdo a la autoridad sanitaria, esta responsabilidad recae en los municipios. Son ellos quienes deben llevar a cabo las acciones necesarias, con el apoyo de otros organismos públicos como la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere), que dispone de recursos asignados para la temática de la tenencia responsable de mascotas, afirmó.
PERROS ABANDONADOS
Estos hechos evidencian un ciclo de irresponsabilidad por parte de algunos propietarios de perros en la turística localidad, lo que está propiciando la aparición de ataques por parte de jaurías.
San Pedro de Atacama, conocida por sus lugares turísticos, extensos terrenos y parcelas, es un lugar donde es común que los propietarios mantengan perros para fines de vigilancia.
Sin embargo, en varios casos estos perros no son debidamente cuidados ni mantenidos dentro de los límites de las propiedades, lo que lleva a que algunos terminen deambulando en la vía pública e incluso se asilvestren o puedan mostrar comportamiento agresivo. Luego, si los perros con dueños se ven involucrados en algun incidente, algunos propietarios parecen optar por sacrificarlos para no pagar multa y luego existe el riesgo de que repitan el ciclo con otros perros.
Los diversos ataques a turistas han generado una profunda preocupación en San Pedro de Atacama, no solo por la seguridad de los visitantes y residentes, sino también por el bienestar de los animales.
Es así que la comunidad y las autoridades están llamadas a reflexionar y actuar para prevenir la repetición de los ataques a turistas y fomentar una cultura de respeto y responsabilidad hacia los animales y las personas. Además, el caso resalta la necesidad de medidas efectivas para asegurar que los animales estén bien cuidados y no representen un peligro para la comunidad, ya que la eutanasia por si sola resulta inútil si no es acompañada con el fomento de la tenencia responsable.