En un giro reciente sobre el caso de los perros asilvestrados que atacaron a una turista brasileña en San Pedro de Atacama, se ha revelado que cuatro canes fueron sacrificados por decisión de sus dueños, quienes optaron por sacrificarlos en lugar de enfrentar multas.
El Diario de Antofagasta pudo confirmar que gracias al uso de cámaras de seguridad, se logró identificar los domicilios de los dueños de los perros. Allí se aplicaron vacunas antirrabicas.
Además, en otro procedimiento los tenedores de los animales prefirieron la eutanasia de cuatro canes, evitando así pagar una sanción económica. El Municipio de San Pedro de Atacama aclaró que a los dueños “No se les multó, ya que prefirieron la eutanasia”.
Este hecho evidencia un ciclo de irresponsabilidad por parte de algunos propietarios de perros en la turística localidad, lo que está propiciando la aparición de ataques por parte de jaurías.
San Pedro de Atacama, conocida por sus lugares turísticos, extensos terrenos y parcelas, es un lugar donde es común que los propietarios mantengan perros para fines de vigilancia. Sin embargo, en varios casos estos perros no son debidamente cuidados ni mantenidos dentro de los límites de las propiedades, lo que lleva a que algunos terminen deambulando en la vía pública e incluso se asilvestren. Luego, si los perros de su propiedad se ven involucrados en algun incidente, optan por sacrificarlos para no pagar multa y luego pueden repetir el ciclo con otros perros.
La decisión de los dueños de optar por la eutanasia en lugar de asumir la responsabilidad financiera por las acciones de sus perros plantea serias preguntas sobre el manejo de la tenencia responsable de mascotas en la región. Además, resalta la necesidad de medidas efectivas para asegurar que los animales estén bien cuidados y no representen un peligro para la comunidad, ya que la eutanasia por si sola resulta inútil si no es acompañada con el fomento de la tenencia responsable.
Los diversos ataques a turistas han generado una profunda preocupación en San Pedro de Atacama, no solo por la seguridad de los visitantes y residentes, sino también por el bienestar de los animales.
Es así que la comunidad y las autoridades están llamadas a reflexionar y actuar para prevenir la repetición de los ataques a turistas y fomentar una cultura de respeto y responsabilidad hacia los animales y las personas.