Señor Director.
Por medio de la presente apelo al espíritu de servicio a la colectividad que supongo usted tiene, como por lo demás todo periodista debiera tenerlo.
Cono técnico en prevención de riesgos y experto en seguridad vial (no es porque sepa mucho, sino porque creo saber más que el promedio) quiero instarlo a cooperar activamente a hacer la luz sobre la problemática que envuelve los frecuentes accidentes por vehículos desenfrenados que arrasan con todo en la Avenida Salvador Allende, pero que los hechos demuestran que también ocurren en otras vías de la ciudad y de varias ciudades del país y del mundo.
Los accidentes en cuestión ocurren cuando los chóferes abusan de los frenos para controlar la velocidad en el descenso de una vía empinada; esto en lugar los sistemas con que cuentan todos los vehículos para ello: el motor, cuando simplemente se engancha en una marcha de fuerza en los vehículos livianos y el freno de motor o el retardador en los camiones y buses.
Sucede que cuando se abusa de los frenos estos se recalientan, al punto de que el sistema ya no puede dispersar más calor en la atmósfera estos se desvanecen o pierden transitoriamente su capacidad, hasta que se enfrían, el problema con la Salvador Allende u otra vía que desemboque en área urbana es que no alcanzan a enfriarse cuando ya se necesitan y sucede lo que tantas veces ha ocurrido, el tremendo accidente.
Lo increíble señor director es que las más altas autoridades del país y de varios del mundo es que no hayan logrado llegar a una conclusión tan simple como la que le he descrito y sigan con la monserga de culpar al conductor, cuando no a la vía. Lo anterior llega a tanto como que en el Estado de Colorado (EEUU) un joven conductor llamado Rogel Aguilera que tuvo la desgracia de tener este tipo de accidente conduciendo un camión -matando a 5 personas- fue en principio condenado a 110 años de prisión, condena que fue rebajada a 10 años por el gobernador debido a una cadena de solidaridad principalmente de camioneros en contra de esta injusta condena.
Sin perjuicio de que la restricción de bajada por la Salvador Allende deba mantenerse por un tiempo, lo que debiera hacerse de inmediato es una fuerte campaña a través de los medios de comunicación es enseñar a todos los conductores la teoría del frenado (ver “Los frenos y el frenado seguro” en mi blog “Seguridad vial 2.0”, cuya dirección web es https://seguridadvialapesardetodo.blogspot.com siguiendo el enlace https://seguridadvialapesardetodo.blogspot.com/2016/04/los-frenos-y-el-frenado-seguro-teoria.html.
Le mandé al ministro de transportes mis sugerencias para prevenir los accidentes en cuestión las que en pocas palabras son las siguientes:
a) Una fuerte campaña a través de diversos de comunicación tratando sobre su prevención, enseñando la teoría del frenado y la importancia de aprender que sistema de frenos y de ahorradores de frenos, como el freno de motor o retardador con que cuenta el vehículo que conducen y como y cuando operarlos: dotar a las oficinas de tránsito de las municipalidades de simuladores de conducción para comprobar que los aspirantes sepan descender cuestas con seguridad;
confeccionar licencias de conducir que sean difíciles de falsificar, fuertes controles para evitar la corrupción municipal que cobra por dejar pasar a quienes no cumplen con los estándares para tener licencia y lograr que a los empresarios dueños de camiones les quede bien en claro que son responsables por los daños que pueda causar un accidente de sus vehículos.
Ojalá señor director que usted se atreva a publicar mi carta, pero también a hacer lo que se le ocurra en pro de una causa tan noble y loable como la prevención de accidentes como los que tantas vidas han cobrado en la avenida Salvador Allende, incluso creando una consigna para el propósito teniendo presente que todos estamos en peligro doquiera crucemos con vías para el descenso de vehículos.
Atentamente,
Juan Martínez Leiva
Técnico ex U.T.E en prevención de riesgos
Puedes escribirnos tus textos y cartas al director al correo contacto@diarioantofagasta.cl.
Si Antofagasta hiciera lo que hay que hacer para solucionar esta problemática sería no solo ejemplo nacional sino que internacional, ya que en varios países del mundo los accidentes del mismo tipo son recurrentes y en Chile tenemos que recurren en cuesta Paposo, camino a San Pedro de Atacama; que es camino internacional, ruta Las Palmas, acceso a San Antonio, acceso a Puerto Montt y varios más. ¡Vamos por ese honor pues!
Es una pena que lo que he expuesto, para la seguridad y el bienestar de los antofagastinos y en realidad para todos los de Chile y el mundo no sea recogido como propio por los propietarios, el director y los periodistas de este diario. Les digo que con la verdad no tenemos nada que temer y en esto mucho que ganar.
Lo que digo es tan importante y necesario como la necesidad de hacerlo entender a nuestros gobernantes.
Más tarde les voy a mostrar la barbaridad que la impostora CONASET dice con respecto a las emergencias que dan lugar a los accidentes que se producen en el descenso de cuestas como la que desenboca en la avenida Salvador Allende.
Veamos la atrocidad que dice la CONASET con respecto a la situación que ocurre momentos antes de que se produzca un accidente como los que se producen en la Salvador Allende o al cabo de cualquier cuesta:
“Falla total de los frenos La situación variará según donde se produzca. La situación límite sería si la falla total se produjera en un descenso pronunciado y largo. En tal caso: • No acelerar y seguir bombeando el pedal del freno. • Cambiar a relaciones de marcha cada vez más bajas utilizando el freno de mano, con mucha suavidad, en caso necesario. • Circular lo más arrimado posible al borde derecho. • Dirigir el vehículo hacia un camino lateral ascendente o procurar el roce lateral del vehículo contra un talud, cuneta, etc. Mantener las manos en el volante para poder rectificar y controlar la trayectoria y no chocar contra un árbol, muro, etc”
Como se puede apreciar no dice nada de como conducir en el descenso, para prevenir un accidente por falla de los frenos, además lo que recomienda es imposible de practicar, por lo demás inútil. Me basta con este ejemplo para afirmar rotundamente! que el “libro para el nuevo conductor profesional” no sirve en absoluto para formar conductores seguros.
Es el empresario dueño del vehículo el que debe entrenar concienzudamente a sus chóferes para que aprendan a conducir con seguridad en toda circunstancia.