A menos de una semana de conmemorarse el Día internacional de la Mujer, informes internacionales revelan una significativa brecha de género en las empresas chilenas, cuyos puestos de poder son ocupados casi exclusivamente por hombres.
Solo un 3,4 por ciento de los directorios de empresas chilenas son presididos por mujeres, en comparación a un 15 por ciento de mujeres estadounidenses y 14% de europeas que ocupan el mismo cargo en sus respectivos países. Así lo revela un informe sobre la incorporación femenina en el mundo corporativo del centro de estudios Corporate Women Directors International.
El informe ubica a Asia en tercer lugar con un 7,1 por ciento de mujeres al mando de puestos directivos, mientras que en América Latina ellas ocupan solo el 5,6 por ciento de estos cargos en promedio. Colombia sobresale en la región con una participación del 9,9 por ciento, seguido por México y Brasil, con cifras que apenas superan el 5 por ciento.
Mas Latinoamérica no ha experimentado mayor crecimiento en esta área durante el último tiempo: la participación laboral femenina en la dirección de grandes compañías se incrementó solo en 4 décimas desde el 2005 a la fecha.
Chile no es la excepción. Así lo demuestra también un estudio del Sernam realizado el año 2011, el cual indica que solo el 3 por ciento de los directorios de las empresas era encabezado por una mujer, cifra no muy distinta a la de hoy. Un detalle no menor es que la mitad de estas mujeres proviene de familias de empresarios y el 43% de ellas dirige la empresa controlada por su familia.
Para la socióloga del Observatorio de Género y Equidad, Tatiana Hernández, esta diferencia entre el porcentaje chileno, estadounidense y europeo radica, por una parte, en las políticas públicas que cada país ha destinado para la incorporación femenina a los puestos de trabajo.
“Esto básicamente tiene que ver con políticas de igualdad y diversidad que existen en esos países. Tanto en Estados Unidos como en Europa existe legislación al respecto, que exige a las empresas tener a un cierto porcentaje de mujeres a la hora de conformar los directorios”, explica Tatiana. Esto ha permitido a Estados Unidos y Europa destacar en esta materia, a través de leyes que obligan a los empleadores a contratar cantidades equivalentes de mujeres y hombres.