El Vaticano confirmó este lunes el fallecimiento del Papa Francisco, a los 88 años, en la Casa Santa Marta, su residencia oficial. Con su muerte, se inicia el período de sede vacante y se prepara un nuevo cónclave para elegir al sucesor.
“A las 7:35 de esta mañana, el obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre”, fue el mensaje con el que el cardenal Kevin Farrell, camarlengo de la Santa Sede, anunció oficialmente la muerte del sumo pontífice.
Francisco, cuyo nombre de nacimiento era Jorge Mario Bergoglio, se convirtió en 2013 en el primer Papa latinoamericano y también el primero perteneciente a la orden de los jesuitas. Su papado marcó una nueva etapa para la Iglesia Católica, caracterizada por una fuerte orientación pastoral, el impulso a reformas internas, la apertura a nuevos liderazgos laicos y femeninos, así como la promoción del diálogo interreligioso y la defensa del medio ambiente.
Durante las últimas semanas, el Papa había enfrentado complicaciones respiratorias que lo mantuvieron hospitalizado. No obstante, el domingo 20 de abril realizó su última aparición pública al impartir la bendición Urbi et Orbi desde el balcón de la Basílica de San Pedro.
Tras su fallecimiento, se inicia el tradicional proceso de sede vacante, en el que se convoca a un cónclave para la elección de un nuevo Papa. Actualmente, 135 cardenales menores de 80 años tienen derecho a voto, aunque las normas del Vaticano establecen un máximo de 120 participantes en esta instancia.
El legado de Francisco quedará marcado por su cercanía con los más necesitados, su mensaje de humildad y su constante esfuerzo por renovar el vínculo de la Iglesia con el mundo contemporáneo.