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Domingo 20 de Abril del 2025 18:56

¡Eres libre Pupy!: Tras 30 años de encierro y más de 3.000 km de viaje, la última elefanta del Ecoparque de Buenos Aires llegó a un santuario en Brasil

Luego de décadas de encierro, la elefanta africana emprendió el viaje más importante de su vida: uno hacia la libertad, el respeto y la dignidad. Su llegada al santuario marca un nuevo comienzo y enciende la esperanza para otros animales que aún esperan su oportunidad.

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El pasado 14 de abril, Pupy, una elefanta africana de aproximadamente 35 años, inició una nueva vida luego de haber vivido tres décadas en cautiverio. Su destino: el Santuario de Elefantes de Brasil, ubicado en el estado de Mato Grosso, un lugar pensado para devolver libertad y dignidad a animales que han pasado su vida encerrados.

Durante cinco días, Pupy recorrió más de 3.000 kilómetros acompañada por veterinarios, cuidadores, referentes de distintas fundaciones y el equipo del santuario, en un viaje que respetó sus tiempos y emociones. En febrero pasado, un primer intento de traslado debió suspenderse porque la elefanta mostró señales de no estar lista, pero esta vez fue diferente. “¿Por qué no intentarlo nuevamente con Pupy. A lo mejor, en este mes y medio ella cambió, entendió. Y así fue. Convencimos a las autoridades y aquí estamos“, explicó Scott Blais, director del santuario, en declaraciones a La Nación.

Nacida en libertad

Pupy nació en libertad en Sudáfrica y llegó a Buenos Aires en 1993 desde el Parque Kruger. Su llegada al santuario marca un hito no solo por ser la última elefanta del Ecoparque porteño, sino porque representa un nuevo comienzo tras décadas de encierro. Isabel de Estrada, de Fundación Zorba, quienes han acompañado al animal en todo este duro pero esperanzador camino, explicó el proceso de liberación que vivirá el animalito: “Se le va a abrir la puerta a un corral. Pupy está encerrada hace 30 años. ¿Cuánto va a tardar en salir? Pocha tardó 11 horas en salir de la caja, después de los años de encierro“, comentó Isabel.

Asimismo, indicó que a medida que el mamífero salga de ese corral irá a otro más grande hasta finalmente llegar a la tan anhelada libertad… y así fue.

En las imágenes compartidas por las distintas fundaciones y agrupaciones participantes, se ve a Pupy tímida, pero receptiva: recibiendo frutas de manos de Bárbara, su cuidadora, sin siquiera sacar la trompa de la caja, en donde se sentía segura. La paciencia, la calma y el cariño han sido claves en este proceso.

Tras bajar de la caja y permanecer algunas horas en el primer corral, Pupy finalmente se animó a dar el siguiente paso. Desde las cámaras del hogar de Scott Blais, se captó el momento exacto en que la elefanta atravesó el espacio abierto hacia su nuevo hogar, en silencio, cuando todo el equipo humano ya se había retirado. “No podemos dejar de pensar que quiso estar acompañada por sus cuidadores hasta el final“, relataron desde Fundación Zorba.

Ahora, en su nuevo hogar, Pupy comparte espacio con otras elefantas rescatadas, como Mara y Guillermina. Aunque es la única africana del santuario por ahora, ya se comporta como tal: se moja, se tira tierra encima, y explora con la curiosidad de quien redescubre el mundo, del cual nunca debió ser alejada.

Situación en Chile

En Chile, según confirma la Fundación Justicia Interespecie, aún esperan su oportunidad Protea y Jumbo, elefantes del Zoológico Metropolitano de Santiago, que podrían seguir los pasos de Pupy y comenzar también una nueva vida, donde puedan lograr algo que pareciera tan obvio y simple… vivir en libertad.

Cuando los humanos nos unimos para devolver la libertad y dignidad los demás animales, todo se puede lograr“, expresaron desde la ONG.

La historia de Pupy es una oda a la esperanza, al respeto por los tiempos individuales, es un recuerdo a no bajar los brazos por los sin voz, por más dificultades que ponga el camino… pero, sobre todo, nos muestra cuánto puede cambiar una vida cuando se actúa con compromiso, empatía y amor.

¡Sigue este viaje y a todos quienes lo hicieron posible!

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