Una muy buena noticia resultó para muchos defensores de los animales, la instalación de dispensadores de bolsas de desechos para mascotas en Antofagasta. La idea era que quienes pasearan a sus mascotas, pudieran encargarse de los residuos y así ayudar a mantener los espacios públicos limpios. Sin embargo, los infaltables de siempre convirtieron este recurso en un basurero.
AHORA
¿Ignorancia, falta de respeto con los espacios públicos o ambas?
